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Cecilia, teacher de Kinder 4, 5 y Children 1, 3 y 5

Cecilia teacher de Kinder y Children

Tras un cuatrimestre cargado de desafíos y de nuevos aprendizajes y en la previa al comienzo de la segunda parte del ciclo escolar, los teachers de la Cultu nos cuentan sus experiencias y todo lo que les dejó la incursión en una nueva modalidad de clases online.

En primera persona, Cecilia López nos brinda detalles de su forma de trabajo, el proceso de adaptación, los resultados y cómo se prepara para seguir haciendo lo que más le apasiona: acompañar, enseñar y dejar huella en los más chiquitos.

-¿Cuánto hace que formás parte del instituto y a qué edades te dedicás?

Soy profe de la Cultural desde hace 27 años. En la actualidad, y desde hace varios años, me dedico a la parte infantil, siempre tuve niños desde los 4 años hasta los 11 o 12. Siempre me dediqué a los años infantiles y traté de especializarme, de buscar metodologías y cosas que pudieran tener sentido en ese nivel que es el que más me gusta.

Cuando yo empecé Daniel -Richter, director del instituto- me dio la posibilidad de dar clases en distintos niveles, probé en adultos, adolescentes, pero la parte de niños es con la que me siento más cómoda. Le pongo toda mi dedicación, esfuerzo, busco, investigo y me capacito para dedicarme a ese nivel.

-¿Qué es lo que más te gusta de dedicarte a los niños?

Creo que lo que tiene de especial es la transparencia, la frescura, la predisposición. Los niños siempre vienen con una sonrisa y buscan a la teacher para saludarla, tienen más demostraciones de afecto, son capaces de ver las distintas propuestas y las aceptan con mucho entusiasmo.  Siempre hay mucha devolución con respecto a los niños, además no mienten, cuando algo les gusta te lo demuestran y cuando no, te lo hacen saber también.

Estoy muy cómoda con esa edad, yo los trato como si fueran mis hijos. Después de tantos años en la institución tengo hijos de ex alumnos míos que vienen a clase y los papás vuelven a apostar por la Cultural, eso quiere decir que las cosas se hicieron bien, que vuelven a confiar porque saben que además de la contención a nivel educativo, es un lugar donde los chicos se sienten muy cómodos porque hay mucha vida social. Los niños empiezan a los 4 o 5 años y terminan la carrera de inglés cuando ya están finalizando el secundario. Entonces dentro de la Cultural se genera un vínculo social muy lindo y eso tiene muchos beneficios para el alumno.

-¿Cómo fue esta experiencia de las clases online con niños?

Hoy todos los chicos tienen un acercamiento a la parte tecnológica muy importante, todos saben de qué estamos hablando. En lo que hace al caso especial de estas edades, por suerte tuvimos una muy buena recepción de las clases y no he tenido bajas en la cantidad de alumnos.

Al principio fue un poco complicado porque yo no estaba tan familiarizada con la tecnología. Mis clases empezaron por WhatsApp, hasta que un día colapsó, después empecé a grabar las clases y mandarles por Classroom, también se fue saturando. Entonces uno va tratando de aggiornarse y de buscar otras plataformas que brinden mejores resultados.

El trabajo es mayor porque son nenes chiquititos, las clases son más cortas, ellos siguen las canciones, yo me disfrazo, trato de que todas las clases sean diferentes porque ellos esperan ese momento para ver algo que les llame la atención. A un niño chiquito hay que impactarlo, entonces eso ha hecho que el desarrollo de las clases haya llevado más dedicación.

-¿Cómo fue la respuesta de los niños y las familias?.

El trabajo fue muy bueno, los papás están muy contentos. Terminada esta primera mitad los chicos de primer grado ya pueden hacer la tarea solos, se habituaron, esperan la clase, los papás les prenden la compu o el celu y ellos lo hacen. La devolución de los padres es maravillosa, yo hago mucho seguimiento, tomo lista, hago un saludo por WhatsApp y cada una de esas veces que nos encontramos ellos hacen un saludo uno por uno, ven la clase y después se desconectan.

Realmente es muy hermoso verlos y escucharlos. Ellos te mandan videos, canciones, son como esponjitas, es muy divertido y ameno. Las clases por Zoom para esta edad no son muy factibles, pero cada 15 días trato de hacer alguna porque ellos me quieren ver en vivo y se quieren ver entre ellos. También festejamos los cumpleaños y la pasamos divino.

Los padres también reconocen mucho la parte humana, que no se compara con nada, porque yo les puedo enseñar mucho inglés, pero fuera de lo que es la enseñanza del idioma yo soy un ser humano que está para acompañarlos, y ellos se dan cuenta y te lo agradecen.

-¿Qué es lo más positivo de esta modalidad y qué es lo menos favorable?.

Lo positivo es que nos hizo abrir un espectro muy importante con respecto a los recursos que uno tiene para las clases, sobre todo en grados infantiles. Muchos sitios liberaron muchos recursos para los docentes y eso nos vino muy bien y, a pesar de que demanda mucho más esfuerzo, estas herramientas son el futuro y es lo que esta generación te pide, fuera de que la parte presencial es muy importante. Dentro de lo educativo estos recursos nuevos son fantásticos y nos desafiaron a los docentes a salir del aula, de la comodidad de lo que siempre hacíamos y nos dio la posibilidad de aprender. A veces uno se queja de la demanda, pero cuando ves los resultados te das cuenta que son positivos y que todo el esfuerzo que uno hace los alumnos lo reconocen.

Otra cuestión es que nos dio la posibilidad de acercarnos mucho a los papás, de ver sus realidades, de acompañarlos. Yo he dedicado un día completo para llamarlos a todos y preguntarles como estaban, para decirles que si necesitaban algo podían contar conmigo; te hace empatizar más, ponerte en el lugar del otro. Te hace ver que no podés dar clases para uno, sino para todos, y que el recurso que pedís lo tienen que tener todos para que este trabajo conjunto sea posible.

En épocas normales los papás vienen al instituto, los dejan, los retiran y se van. Hoy vienen a mi casa, retiran las fotocopias, hablamos dos veces por semana, me mandan mensajitos. Hay una comunicación muy importante con el docente y se armó un vínculo muy fuerte.

Lo menos favorable es la alta demanda y la falta de la presencialidad para que los chicos puedan jugar, moverse y hacer las cosas que ahora no pueden.

-¿Considerás que a partir de ahora la modalidad online se va a impulsar más?. ¿Crees que es posible combinarla con la presencialidad o esta última va a seguir teniendo mucho peso?.

-No podría decir que esta modalidad no funciona, pero me parece que la presencialidad siempre le va a ganar, porque tenés contacto, movimiento, feeling, percepción del alumno, y no sé si va a ser tan fácil reemplazarlo. Tampoco digo que no se puedan seguir desarrollando este tipo de actividades virtuales porque evidentemente están funcionando, y bien, pero no creo que le puedan ganar a la presencialidad.

-¿Cómo te preparás para esta segunda parte del año?.

Me estoy preparando a full. Soy muy curiosa, muy dedicada, paso muchas horas buscando cosas nuevas que puedan motivar y cautivar.

Estamos con todo y, según lo que nos cuentan los papás, los chicos están esperando con muchas ganas las clases de inglés. Lo positivo es que todos seguimos aprendiendo, a nadie le fue mal en nada, todos pudimos seguir desarrollándonos, la pandemia no influyó para nada en la cuestión de aprendizaje, simplemente nos alejó en lo físico, pero fuera de eso el contacto es muy fluido. Estamos con todas las pilas para lo que viene, y le agradezco a Daniel por todos estos años porque la Cultural es un lugar donde yo me siento como en casa.