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Camila Patiño, teacher de Children 2, 4 y adolescentes 1 y 3

profesora Camila

A dos meses de terminar este ciclo lectivo inusual, los teachers de La Cultu nos siguen contando sus experiencias y como fue el camino de adaptación a la nueva modalidad virtual.

Hoy es el turno de conocer a Camilia, teacher de Children 2, 4 y de adolescentes 1 y 3, quien nos cuenta los avances logrados, la dinámica de trabajo y el balance de lo que implicó para ella este nuevo desafío.

-¿Cuánto hace que formás parte de La Cultu y a qué edades te dedicás?

Enseño inglés hace 3 años. Arranque en institutos, luego trabaje en una escuela y desde este año estoy en La Cultu. De todas formas, conozco a La Cultu hace tiempo porque fui alumna y me recibí ahí. Cuando me mudé a Madryn empecé inglés a los 8 años, terminé en el instituto y ahora volví como profe.

Actualmente tengo cuatro grupos que son Children 2, 4 y de adolescentes 1 y 3. Las edades van desde los 8 hasta los 18.

-¿Cómo fue volver a La Cultu como teacher?

Ya conocía la institución y a los profes, porque muchos fueron mis profes, y ahora los tengo de compañeros. Hoy estoy del otro lado, pero desde el primer momento me sentí súper cómoda. Con la cuarentena no los vi mucho personalmente, pero seguimos en contacto por WhatsApp y por reuniones virtuales, y la verdad que es un grupo muy lindo, siempre hay mucha colaboración, nos ayudamos entre todos y eso me gusta mucho.

-¿Qué es lo que más disfrutas de dar clases?

Disfruto muchas cosas, primero me gusta el hecho de poder enseñar no solo contenidos sobre el inglés, sino a poder hacer cosas con el inglés. También es lindo cuando los estudiantes se superan, cuando algo les cuesta mucho y después lo pueden resolver la cara de felicidad es todo, y se les abren mil puertas cuando pueden avanzar.

-¿Cómo viviste la adaptación a la modalidad virtual con tus grupos?. ¿Tenías alguna experiencia previa de clases online?

Personalmente fue la primera experiencia que tuve y creo que la mayoría de mis alumnos también. Al principio nadie entendía mucho como se iba a dar todo ni cuanto iba a durar. Arranqué enviándoles videos y explicaciones y ellos trabajaban a su ritmo. Luego cuando se extendió la cuarentena incorporamos las clases de Zoom en tiempo real, y hoy seguimos así. La verdad que está bueno porque ellos se pueden ver entre compañeros, la interacción es distinta y se pueden hacer otras actividades. Lo disfrutan y esperan ese momento para compartir y ver otras caras. Se adaptaron re bien y entendieron rápido el manejo y el uso de la plataforma, y algunos creo que prefieren más la virtualidad que la presencialidad.

-¿Pudiste adaptar el Zoom a todos los grupos?

Sí, las clases las puedo hacer con todas las edades. Con los más chiquitos la comunicación es con las familias y en las clases están acompañados de un alguien que los ayuda, pero los otros cursos lo manejan solo y sin dificultades. A veces lo que interfiere es la conectividad, pero son mínimos los casos. La mayoría no tiene problemas, se conectan y trabajamos en nuestro horario de clase.

-¿Qué destacas de la virtualidad?

Aprendimos y descubrimos todos muchas herramientas, nuevos recursos y plataformas para poder enseñar, crear actividades o juegos. Hay muchas cosas que yo desconocía que, si no hubiera sido por la experiencia de este año, quizás no las hubiese tenido en cuenta nunca.

-¿Crees que al momento de volver al aula se van a poder combinar ambas modalidades?

Sí, hay muchas cosas que cuando volvamos a lo presencial las voy a seguir utilizando porque noto que sirven mucho y funcionan bien. Encontré muchos nuevos recursos. Creo que la presencialidad y la virtualidad se pueden combinar perfectamente y este año nos dimos cuenta que se puede aprender perfectamente así y, en algunos casos, hasta resulta más cómodo. Noté que no faltan tanto a clases como cuando se tienen que trasladar. Sin dudas, creo que se puede llegar a los mismos resultados.

-¿Cuáles fueron los avances respecto a principio de año?. ¿Tuviste que modificar contenidos?

Lo que más noto es que hay mucha más comunicación. También en cada clase tenemos un código de lenguaje y nos entendemos muy bien. Lo que trato de hacer siempre es que puedan interactuar entre los alumnos, entonces hacemos actividades donde tengan que hablar entre ellos y donde haya comunicación.

Respecto a los contenidos no tuve que modificar nada, simplemente priorizo alguno más que otros, pero siguen siendo los que fueron planteados a principio de año.

-¿Cómo fue el trabajo y la articulación con el equipo de La Cultu?

Me siento muy contenta y cómoda trabajando en La Cultu, hay una muy buena energía y mucho compañerismo. Es un grupo muy lindo de trabajo y eso es muy reconfortante y permite que uno trabaje con alegría. Es muy valorable el buen clima porque no sucede en todos los ambientes de trabajo.

-¿Cuál es tu balance?

Rescato lo positivo, todo lo que aprendí y descubrí. Primero darme cuenta de que enseñar virtualmente es posible y se pueden obtener los mismos resultados. También fue un desafío para mi creatividad y mis prácticas el poder planificar las clases, creo que lo logré. Después de mis clases siempre reflexiono sobre el trabajo, trato de buscar cosas nuevas y seguir mejorando. Es un constante aprendizaje.