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Camila Cruz, teacher de Preparatoria, adolescentes 1 y 2, Adultos 1 y 1/2

Teacher Camila

Vamos terminando el año y con el llegan los balances de este ciclo tan movilizante como enriquecedor.

Hoy es el turno de conocer a la teacher Camila, quien nos cuenta más detalles sobre su trayectoria, las sensaciones de pertenecer a La Cultu, cómo fue el proceso de trabajo con sus grupos y qué le dejó esta nueva experiencia de clases online.

-¿Cuál es tu trayectoria como teacher?, ¿cuándo llegaste a la Cultu?

Empecé a estudiar inglés a los 12 años en la escuela, después fui a un instituto que ya no está, donde en el 2015 tuve un curso a cargo. En el 2017 con la ayuda de Ceci Alonso empecé a hace suplencias y clases de apoyo en La Cultu y en agosto ya tuve dos cursos míos. Desde ese año soy teacher en la institución y no puedo estar más feliz. Ahora soy docente de adolescentes 1 y 2, de adultos 1 y 2 y de preparatoria.

-¿Cómo es trabajar en La Cultu?, ¿qué es lo que más disfrutas de lo que haces?

Lo que más me gusta de La Cultu es que es como un segundo hogar, todos nos apoyamos entre todos; si alguien necesita ayuda siempre hay alguien dispuesto a ayudar, nos pasamos ideas, planificaciones, buscamos materiales en conjunto, armamos los exámenes, etc.

Lo que más disfruto de mis cursos es que la mayoría recién están aprendiendo inglés, es el primer año que arrancan. Entonces es muy lindo sentir que como docente puedo llegar a ser su primer contacto con el idioma.  Es gratificante ver como aprenden y van desenvolviéndose a lo largo del año, como preguntan cosas y son curiosos. También, en el caso de un grupo que tuve el año pasado y este año nuevamente, es muy lindo ver cómo van creciendo, se acuerdan las cosas y como van incorporando lo nuevo.

En el caso de los adultos que van por elección propia está bueno escuchar sus objetivos y puntos de vista. Algunos van a aprender para comunicarse, hay otros que tienen el deseo de irse al exterior en algún momento o viajar.

-¿Cómo vivieron el proceso de adaptación a las clases virtuales?

Fue un shock escuchar lo de la cuarentena y la suspensión de clases, yo al principio creí que iban a ser solo dos semanas o un corto período. De todas maneras, se me pasó muy rápido el tiempo en estos 8 meses.

La adaptación fue ir probando distintas plataformas para ver lo que funcionaba y lo que no, rediseñar el contenido, buscar distintos juegos online e ir pensando cómo se podía adaptar lo que estaba pensando para el aula a la modalidad virtual. Es un aprendizaje de todos los días. Es lindo verlos crecer a ellos y como se adaptan a la tecnología, lo que preguntan, como relacionan el idioma con lo que ven en sus casas.

Nunca me imaginé dar clases tanto tiempo por esta modalidad, extraño el aula, espero que el año que viene podamos volver, pero considero que la enseñanza online es algo que se va a quedar, sobre todo para los más grandes. Los más chicos creo que van a seguir eligiendo la presencialidad por la sociabilización. En esta instancia, antes o después de la clase, dejo que mis alumnos charlen entre ellos porque considero que es importante que sigan interactuando en estos momentos tan difíciles, especialmente cuando son chicos.

-¿Qué fue lo que más les exigió esta modalidad?, ¿y lo más positivo?

Lo beneficioso fue el desarrollo de la creatividad, de buscar formas de adaptar actividades tanto para ellos como para mí. También el apoyarnos, charlar entre nosotros y hablar de cómo nos sentimos, de tener ese espacio para eso, que también estaría bueno incorporarlo en la modalidad presencial porque es importante; un alumno cuando llega al aula lo hace con sus alegrías o preocupaciones.

Entre los contras quizás la calidad del internet, o cuando son chiquitos y se distraen porque están en la casa y por ahí no tienen un lugar sólo para ellos. Pero siempre rescato la forma de rebuscárnosla para hacer actividades, proponer juegos y demás. Destaco también el mayor contacto con los padres y me gusta mucho ver como se ayudan entre compañeros en esta modalidad; que trabajen en conjunto, más allá de mi intervención, me parece algo muy lindo.

-¿Creías, cuando arrancó todo, que iban a poder avanzar como lo hicieron hasta hoy?

Creo que la mayoría de los teachers hemos tenido algún que otro momento de frustración, sobre todo al principio, de decir ‘no llego’, ‘cómo hago’, ‘internet anda mal’ o ‘como metemos tantas unidades’, pero la verdad no me imagine que íbamos a terminar así de bien.

Yo estoy muy conforme de cómo hemos avanzado y no me lo hubiese imaginado, así que estoy muy feliz. Igual creo que todos hemos tenido nuestros días en los que rogábamos volver al aula porque nos sentíamos sobrepasados, pero fue parte de este proceso.

Y más allá de poder cumplir con el programa, que obviamente es importante porque hay objetivos, es importante el hecho de que los chicos hayan seguido apostando y dando lo mejor de sí, porque no es tanto la cantidad, sino la calidad. Que aprendan la mayor cantidad de cosas que se puedan y de forma significativa en este contexto fue el desafío más grande, y creo que lo pudimos atravesar de forma muy positiva.

-¿Cómo te imaginas la vuelta a clases?

Creo que va a ser una locura en el buen sentido, el poder compartir físicamente, jugar, planear quizás alguna salida fuera del aula. Creo que vamos a volver valorando mucho más lo áulico y que todos lo vamos a disfrutar más que nunca. Me parece que dábamos por sentada la educación para todos, en el mismo lugar, y ahora nos dimos cuenta de las desigualdades en el acceso online, por eso volver al aula y que todo eso quede de lado va a ser muy lindo.

-¿Crees que se van a combinar ambas modalidades?

Creo que se van a presentar las dos opciones por separado. Es bueno porque gente de otros lados se puede incorporar y eso suma mucho a nivel institucional. Es un aprendizaje muy importante, se puede realizar un intercambio más amplio de realidades, formas de vida y creo que va a ser muy enriquecedor para todos.

-¿Qué te dejó este año?, ¿cómo lo definirías en pocas palabras?

Me dejó un montón de cosas. El estar más agradecida que nunca de todo lo que tengo; de poder tener un espacio en mi casa, de mi familia apoyándome en esto de estar todo el día en mi habitación trabajando y no tener mucho tiempo para compartir. Agradecer tener trabajo y el dejar de dar las cosas por sentado. Definiría este año como de un gran aprendizaje.